Se trata de un método de inspección del interior del entubado de pozos de agua, freatímetros y piezómetros, por medio del registro de imágenes de gran resolución que son captadas por una cámara que es dirigida desde superficie y que puede alcanzar profundidades de hasta 300 m.
Esta técnica resulta ser de gran utilidad para comprobar el estado del pozo (entubación y filtros) y, en definitiva, para identificar posibles problemas que disminuyan su rendimiento. Este puede ser el caso de obstrucción en las rejillas por precipitación de carbonatos o proliferación de algas por ensuciamiento bacteriológico.
También se pueden discriminar otros problemas como desplazamiento de la cañería, caída accidental de herramientas, pesca de tuberías, etc.
La imagen es vista en forma instantánea y simultáneamente grabada en formato digital, proporcionando un registro permanente y disponible para futuras evaluaciones o comparaciones posteriores.
De igual manera, la filmación de los pozos resulta ser una herramienta de sumo interés para reconocer el diseño de un pozo del cual se tiene total o parcial desconocimiento del modo en que se construyó (longitud final y disposición de rejillas).